viernes, 28 de diciembre de 2012


la mañana / Dacia Maraini

por la mañana me bebo un té con miel
por la mañana me peino
por la mañana pienso en lo que he soñado
por la mañana arreglo la cama
por la mañana me pongo los zapatos
por la mañana me ciño el cinturón
por la mañana saco a pasear al perro
por la mañana compro el periódico
por la mañana abro un libro
por la mañana cierro un libro
por la mañana miro por la ventana
por la mañana me como una mandarina
por la mañana de cada mañana pienso
en la mañana que será la de mañana
foto cortesía de: J Borodina

miércoles, 26 de diciembre de 2012


Un poema de Ana Ajmatova


Cuando escuches el trueno me recordarás...
Cuando escuches el trueno me recordarás
Y tal vez pienses que amaba la tormenta...
El rayado del cielo se verá fuertemente carmesí
Y el corazón, como entonces, estará en el fuego.

Esto sucederá un día en Moscú
Cuando abandone la ciudad para siempre
Y me precipite hacia el puerto deseado
Dejando entre ustedes apenas mi sombra.

Con fotografía de Julia Nobis por Hedi Slimane

martes, 25 de diciembre de 2012


                 Placer / Giuseppe Ungaretti


Versa, 18 Febrero 1917

Ardo con la 
fiebre
de este torrente de luz
Doy la bienvenida a este
día como
a dulcificante fruta
Esta noche 
sentiré 
remordimiento como un
alarido 
perdido en el 
desierto

Versión de Rafael Díaz Borbón

domingo, 23 de diciembre de 2012

Daniuska González González
Ausencia y elegía

Desde donde miras, la lluvia cierra a la inmensidad
los cristales
el tiempo decidió jugar con la espera
y la humedad recuerda que aún La Habana no ha abandonado tus ojos.

La brevedad de las alas que reducen el viento
el abanico del mar bajo los pies de la infancia,
serán sólo imágenes de lo ajeno,
porque tú aguardas entre pasajeros que cabecean la extrañeza.

Somos animales de un único planeta,
con la nostalgia traspasando las arterias
y este aire que acompasadamente duerme a los aviones,
desafío a Dios en su propio cielo.

Y mientras,
tú,
muchacha del infinito, de la luz,
abres tus ojos y preguntas detrás del cristal
por qué el mundo se convierte en un solo rostro
para tantas constelaciones.


Con fotografía de Bettina Rheims